lunes, 10 de mayo de 2010

Cronica



Una imagen distorsionada

Por: Daniella Meneses





Mírala como camina con ese vestido, no tiene grasa, no tiene barriga, las piernas flacas, todo el cuerpo en su puesto. Todos los hombres la voltean a mirar y quedan hipnotizados. En cambio yo, se me mueve todo, mi barriga es enorme, , la ropa no me queda y esto me quita las ganas de ir a la universidad. Además, si me voltea a mirar alguien es sólo por burla. Al lado de mis amigas me siento como un elefante. La otra vez un estudiante de la universidad me hizo pasar pena enfrente de mis amigos porque se refirió a mí como un puerquito de alcancía. Me sentí totalmente humillada, todos se rieron de mí.

Es que no entienden, no saben lo que es para mí cambiarme enfrente de un espejo, ponerme la ropa y sentir que nada se me ve bien. En mi casa me viven diciendo que estoy muy gorda, mi novio de 4 años me dejó porque el logró adelgazarse y yo seguí gorda. Soy una persona que trasmito alegría, me río todo el día, soy buena amiga, y me gusta hacer a los otros reír. Por eso todos piensan que soy feliz siendo gorda, pero cuando llego a mi casa me deprimo, hay veces que no puedo parar de llorar. Cuando salgo a la calle, las que llaman la atención son mis amigas, los hombres las invitan a bailar en las discotecas, en cambio yo me tengo que sentar a verlas, o si no me voy para el baño a pasar el tiempo.

Barranquilla, al igual que en muchas partes del mundo la belleza tiene unos parámetros establecidos por los medios de comunicación. Estos, son los que se encargan de vendernos un concepto de belleza que muy pocas personas nacen teniendo. Por esto, las cirugías plásticas, los tratamiento estéticos, las dietas, el gimnasio, etc., han tenido tanto éxito. Porque los hombres, y sobretodo las mujeres tratan todo lo posible para poder acercarse así sea un poco a esta imagen de gente perfecta. Las mujeres nunca están satisfechas con lo que tienen, siempre hay algo que falta para que se puedan sentirse tan flacas como las ‘top models` que salen en las revistas y en la televisión. Tanto es así, que en muchas partes del mundo existen realities en donde las mujeres compiten por llegar a ser modelos, lo que implica que estas deben parecerse a lo que se espera de una mujer en la pasarela.

Hoy hable con mi papá sobre la operación, llevo un año pidiéndole que por favor considere ayudarme económicamente para tener la oportunidad de que me hagan la reducción del estómago. No es un procedimiento fácil, pero los resultados cambiarían mi vida totalmente. He visto a muchas personas que han tenido cambios drásticos, y que más daría yo que poder adelgazarme unos 40 kilos. Sería un sueño hecho realidad.

La cantidad de personas que se realizan la operación de sleeve gástrico o manga gástrica, sigue incrementando, en esta operación no sólo les recortan el estómago si no que también les quitan la glándula que produce la ansiedad. Pero el afán de las mujeres de llegar a pesar esos 50 ó 55 kilos que pesan las modelos se hace cada vez mas evidente. Quieren tener esa silueta perfecta que los medios tanto promocionan y los hombres tanto admiran. Pero el problema no es sólo que se someten a procedimientos peligrosos, si no que muchas veces esta necesidad por querer verse mejor, las puede llegar a conducir a la muerte.

Tengo solución. No seré una gorda el resto de mi vida. Mi papá me va a ayudar a conseguirme el sleeve gástrico por medio de una tutela. Primero tendré que consultar con varios especialistas para que me den sus testimonios y me apoyen en el procedimiento. Iré donde una psiquiatra, que además de recetarme pastillas para la depresión, afirmará que lo único que me sacará de esta depresión es la operación. Un nutricionista dirá que sufro de una obesidad mórbida de segundo grado y que mi único remedio es la manga gástrica para poder mejorar mi salud. Siento una enorme emoción en todo mi cuerpo. Se que no puedo ilusionarme mucho porque todo depende de lo que me respondan de la tutela. Pero no puedo dejar de pensar en cómo será ser flaca. Sentir que los hombres me miran, que la ropa me queda, y no sólo la que ya tengo, si no que pueda comprar ropa nueva sin tener la preocupación de que de pronto no va a haber algo en XL, o poder prestarme con amigas, ya que ninguna es mi talla ahora mismo. Tengo muchas ganas de despertarme y sentirme delgada, verme en el espejo y emocionarme, sentirme bonita.

Los gustos de los hombres de diferentes países pueden variar, algunos prefieren las rubias, otros las trigueñas, otros el estilo latino, ó el árabe, ó las morenas. El hecho es que a pesar de todos estos distintos estilos de mujeres sigue existiendo un molde. Hasta los años 90 se veían en los medios a mujeres saludables, con curvas, eran mujeres más reales. Pero después todo cambio, ahora el prototipo de mujer es una esquelética, sin curvas, andrógina, ya que ni senos tienen. Esta imagen se ha intentado cambiar, de hecho hay varias campañas publicitarias que empezaron a mostrar mujeres comunes y están tratando de promover un estilo de vida más saludable. Pero todavía queda un camino muy largo por recorrer.

Lo logré. Me siento nueva, hace 2 semanas me operé y ya me he adelgazado 12 kilos. Hay algunas personas que me los han notado, otro no. Yo sí me los noto, me queda ropa que antes no me podía poner. No puedo comer si no sopa, jugos, o té helado, y esto ha hecho que me desmaye varias veces. Pero no me importa, de ahora en adelante todo será distinto, no se burlarán de mí. Me faltan 25 kilos más, pero ya comencé, ya puedo tener mi cabeza en alto.

1 comentario:

  1. Buen testimonio, bien manejado el narrador en primera persona. Un texto para publicar en cualquier lado: tienes 4,8

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