Si buscamos en el diccionario, encontramos la definición de belleza como “Armonía y perfección que inspira admiración y deleite”, para mí, un concepto tan abstracto pero a la vez tan tangible que no sé en realidad como definirlo.
Es bello un hombre, una mujer, un bebe, un animal, pero también lo es un atardecer, una sonrisa, una caricia, un detalle; y de igual forma una obra de arte, una canción, y hasta un retrato.
Si alguien dice: “Salsa de tomate”, enseguida pensamos en FRUCO, si dicen:”Gaseosa”, Coca-cola pasa de una vez por nuestras mentes, si mencionan alegría, imaginamos una sonrisa, si la palabra es tristeza, lágrimas son nuestro referente, pero ¿qué pasa si pregunto por la belleza?, ¿que se nos ocurre?, ¿qué pensamos, imaginamos o recordamos?, a la cabeza de cada uno de nosotros se vienen imágenes diferentes, para mi madre seguramente son bellos sus 3 hijos, para mi padre lo es nuestra familia, para mi hermano su acordeón, para mi hermana un buen diseño, para mí la amistad.
Nunca antes había tenido tantas opiniones y al mismo tiempo tan diversas acerca de un mismo concepto, una palabra que no es nada pero que a la vez lo es todo, y es que no es nada porque nadie la puede definir a ciencia cierta ni puede dar un ejemplo sin temor a equivocarse, porque lo que para unos es bello, para otros es algo más del montón; pero es una palabra que a la vez lo es todo, TODO porque si alguien usó el calificativo de bello todo el mundo quiere observar ese objeto o a esa persona, una designación que te hace alguien común y corriente o alguien al cual admirar, respetar, idolatrar, en pocas palabras, alguien BELLO.
Se supone que para que una idea o concepto sea cierto, su significado debe ser compartido por muchas personas, pero ¿qué pasa con la palabra BELLEZA?, en realidad no sé, es una noción que forma parte de los grandes enigmas del mundo, al menos a mi modo de ver así es.
Si de fútbol hablamos, es bella una “jugada de laboratorio”, un buen pase que dé como resultado un gol en plenas eliminatorias, una atajada magistral del arquero, una “chalaca” y hasta un penalti bien pitado; pero también lo es un Cristiano Ronaldo, Juan Pablo Ángel, David Beckham y por supuesto Kaká, estos hombres que con sus fornidas piernas, hermosos rostros y cuerpos esbeltos, nos hacen suspirar a más de una mujer, y es que conozco a más de una que sólo ve partidos para verle las pantorrillas a Leonel Messi, o en su momento y con el perdón de todos, las nalgas a Oscar Córdoba.
En Cartagena, son bellas las playas, la ciudad amurallada, los paseos en coche, pero también lo son las mujeres que cada noviembre van a competir por obtener el título de reina nacional de la belleza colombiana.
Un momento, ¿LA BELLEZA COLOMBIANA?, ¿que debe tener una mujer para ser considerada como BELLA?, buenas siliconas, un cabello “liso y sedoso”, medidas en su cuerpo de 90-60-90, un excelente diseño de sonrisa, o una hermosa mirada, tierna e inocente que refleje la sencillez de su alma, una alegría que cautive, una inteligencia que impresione y unos ideales que motiven a seguir luchando por sacar adelante un país; a ciencia cierta, NO LO SÉ. Si no sé cómo definir belleza, mucho menos sé como encasillar a una mujer como una BELLEZA COLOMBIANA, ¿porque sea paisa?, ¿porque tenga abundantes conocimientos acerca del país?, ¿tal vez porque sabe cocinar nuestra peculiar gastronomía?, en fin…seguiré sin saber lo que implica ser o tener belleza colombiana.
Prefiero limitarme a desconocer un solo término, seguiré con BELLEZA a secas, es bella una foto, pero también lo es la modelo que en ella está, es bella una melodía, pero lo es más el instrumento que la genera, aunque este es traspasado por la habilidad de la persona que lo ejecuta.
Es bella una niña que en su delicada y suave piel refleja su inocencia, sus ansias de vivir, sus esperanzas de futuro, una infante que con sus juegos logra robarle una sonrisa a quien la observa, pero es más bella mi abuela, con todas las arrugas que cubren su rostro, sus manos, sus pies, pequeños pliegues en su piel que demuestran los obstáculos superados a lo largo del tiempo, es bello su lento andar, que irradia la experiencia adquirida con los años, es bello su hablar que me enseña a ser mejor persona cada día y que en sus regaños me forja como mejor persona.
Es bella la alegría, porque con ella sonreímos, vivimos, disfrutamos, pero también es bella la tristeza, ya que gracias a ella reflexionamos, cambiamos y superamos lo que en determinado momento nos frena el andar.
Y es que finalmente bello es todo y vuelve a ser nada, es bello todo lo que ante nuestros ojos genere sentimientos positivos, irradie alegría, y es bello todo lo que no nos afecte en nada.
MARÍA CAMILA MUGNO.
Me imagino que lo bello es el "bebé".
ResponderEliminarY el texto es una muy buena reflexión sobre la belleza, pero no es una crónica.
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