martes, 23 de agosto de 2011

La magia del Jazz

Parece increíble a veces... Viejos ritmos de jazz resuenan en los oídos, cargados de melodías que transportan al más sublime significado de libertad, y mientras estos oídos y la mente que los acompaña van dejándose contagiar por esa magia, saltan preguntas al aire como: ¿cómo no pude verlo antes?

Estos mismos oídos, contagiados constantemente por ritmos musicales y dejados llevar por inmensidades de ricos sonidos, nunca antes habían valorado estos acordes que el jazz ofrece. Quizás, por la carencia de reconocimiento de este género en nuestros días... Quizás, por la falta de conocimiento de su más íntegro significado... Quizás, por la ignorancia de conocer su esencia.

Cada nota, cada solo de instrumento, cada combinación de estas tonalidades con increíbles voces que intensifican su más profundo sentir a través de inigualables líricas, construyen piezas brillantes que pueden llevar a la más grande felicidad, como a la más inmensa nostalgia... Y es precisamente eso lo que mueve a los sentidos: la magia del jazz.

Y además de esta magia que contagia, el jazz va más allá de sus excelentes melodías... Lleva consigo símobolos de libertad, símbolos de esperanzas a una vida mejor, símbolos de una añoranza al cambio. Basta con escuchar y dejarse llevar por las melodías de "Black, Brown and Beige" de Duke Ellington para sentir los dolores y añoranzas de una entera comunidad.

El jazz fue creado y evolucionado en momentos extremadamente dificiles y dolorosos. Los negros americanos sufrían día tras día, viviendo los intolerantes tratos y despectivas acciones de una sociedad que desde el primer momento, los consideraban como pulgas en su territorio. Vivían en terrenos ajenos a la libertad y a la aceptación. Pero a pesar de este contexto que tuvieron que soportar, nunca perdieron los sueños y las ganas de vivir.

El jazz resurge como elemento de autonomía, de libre expresión. Músicos tocaban en bares como si fuese el último día y asistentes soñaban despiertos deleitándose de su música predilecta. Hasta blancos se incluían en este festín de cada noche. El jazz trascendió fronteras y llegó hasta rincones parisinos y alemanes, por mencionar sólo unos pocos. Y en medio de cada nueva frontera que cruzaba, iba alimentando esos deseos de libertad que compartía cada ser humano que atravesara las duras sombras de la guerra.

A pesar de que los nazis quisieran silenciar constantemente este género musical, seguía fuerte y en pie, buscando siempre la manera de esquivar los ataques de las mentes alemanas, adaptándose a nuevas formas para poder prevalecer, y lo logró. No pudieron callar al jazz.

Sin embargo, la lucha por la tolerancia de los negros en casa seguía vigente. No era posible que cosas tremendamente indeseables para cualquier ser humano, le siguieran ocurriendo a personas que hayan tenido que pasar por tantas durezas de la vida. Los negros, los mismos que le habían aportado a sociedades enteras su espíritu de liberación y entusiasmo, seguían recibiendo a cambio negaciones de su presencia y marcas despectivas en el pecho como cual oveja al matadero.

De igual forma, cada vez más se hacían más fuertes los gritos de libertad y cada vez más nacían nuevos compositores que le seguían aportando al género que significaba más que sólo excelentes melodías. Tanto así, que en más de 50 décadas después, estos oídos, sin necesidad de una máquina del tiempo, pueden sentir casi de igual manera las añoranzas de una vida mejor, tal como lo sintieron sus compositores. Con esto, podemos darnos cuenta, que sus gritos de esperanza no fueron en vano y su inigulable magia aún prevalece y cumple su fin.


Por: Melanie Borge Carrillo

martes, 9 de agosto de 2011

Haramien es un científico que se ha dedicado a estudiar la teoría unificada de campos y geometría del universo holograficamente.
En este vídeo el presenta a los crop circles como las posibles formas de los extraterrestres para comunicarse con la tierra mediante estas formas misteriosas dibujadas en los campos de trigo.
Haramier le intriga tales misterios ya que el dice que no son suposiciones pues, los extraterrestres han plasmado en 3 ocasiones, En Agosto de años distintos. Varios de estos crop circles incluyen mensajes en códigos binarios que se pueden traducir.
La SETA, que es la encargada de investigar si hay vida fuera de la tierra instalo en Inglaterra en un campo un radiotelescopio, para recibir señales de otras partes, pero según Nassim estos seres no quieren que sus mensajes solo lo sepan las agencias sino toda la tierra.
En el primer crop circle se mostró una figura que sus códigos traducen que ellos son seres con ADN cuerpo pequeño y cabeza grande y en otra ocasión en el segundo se muestra una cara con ojos nariz y boca pequeña, lo que indica que algo quieren informar. Pero fue en el ultimo crop circles el que causo conmoción pues fue plasmado cerca del radiotelescopio y era una gran cabeza con una mano sujentando un Disco Compacto, con un mensaje que decía " cuidado con las falsas promesas, Las falsas personas que aun quieren un mejor futuro, lo tendrán"
En mi opinión, creo que si existen estos extraterrestre, y mas aun cuando vemos estas imágenes que realmente no son tan fáciles de realizar en una sola noche, me parece muy interesante este tema ya que es emocionante ver que puede que existan otro tipo de seres vivos diferente a nosotros, con una tecnología que ni nosotros mismo tenemos, lo cual se nota que la han utilizado al momento de plasmar esas imágenes perfectas en un campo de trigo, que realmente creo que ningún humano las podría plasmarlas tan perfectas en solo una noche.

jueves, 7 de octubre de 2010

miércoles, 2 de junio de 2010

El momento de rodar.


Cerca de las 7:00 de la noche del domingo, cuando para la mayoría de los barranquilleros es el momento de quedarse en sus casas descansando de una larga semana, para un grupo de aficionados la noche apenas comienza.

Acababa de llegar al barrio residencial Villa Campestre a las 5:30 de la tarde. A medida que me voy acercando cada vez más al lugar de encuentro, veo motos Harley Davidson de todo tipo y color, cerca de 15 motocicletas se encontraban parqueadas en el sitio. La camaradería y buen ánimo se respiran en el ambiente. Los motociclistas con cerveza en mano, a pesar de parecer rudos se muestran realmente amigables, sus chalecos de cuero y el símbolo de Harley Davidson por todas partes, se reían haciendo bromas y hablando de política, motores y demás accesorios para las motos. Los motores ensordecen los oídos y contagian esa emoción y adrenalina que solo se entiende cuando se está rodeado de esta atmosfera.

Darío López, profesor de relaciones internacionales y Harleysta de corazón, se apresuró a recibirme y presentarme al resto del grupo de los Cannibal Bikers, el cual lleva 7 años formado viviendo una misma pasión, según ellos tener una Harley Davidson no es solo tener un vehículo más y es por este motivo que aunque respetan el gusto por otros tipo de motos, en su grupo solo son aceptadas las Harley.

- Esto es un estilo de vida, una forma de vivir y de expresarse. Somos como una segunda familia. Nos reunimos de vez en cuando y nos vamos por ahí a rodar. Esto es lo que nos apasiona –Comenta Darío con los ojos iluminados.


Darío comparte con los Cannibal Bikers, desde hace varios años. Ellos son un grupo de amigos que desde hace mucho tiempo los unió el amor por las motocicletas de alto cilindraje. Hace un par de años se reunían en la estación de gasolina de la calle 84 y salían todos los jueves a las 6 de la tarde a rodar por la ciudad y en algunas ocasiones se iban hasta Puerto Colombia o Cartagena. Pero tras un par de incidentes con otros grupos de motociclistas y quejas por parte de algunos usuarios y trabajadores de la estación de gasolina, la policía de la ciudad resolvió que no era del todo seguro que se reunieran en ese lugar y prohibió dichos encuentros.

-Esas épocas eran buenas. –Dice tras una sonrisa algo nostálgica- habían jueves que nos daban ganas de irnos a Hard Rock y nos íbamos de una hasta Cartagena. Además que era bacano cuando nos reuníamos en la estación de gasolina y la gente llegaba a vernos, no solo estábamos nosotros, sino los grupos de super bikes, las cuatrimotos... Ahora aunque tratamos de reunirnos con frecuencia los domingos, muchas veces no podemos por asuntos familiares o de trabajo, se nos ha hecho más difícil.

A pesar de eso, ni Darío ni sus compañeros, dejan atrás lo que dicen es su más grande pasión. Las motocicletas para ellos representan su vida, su libertad, basta con oírlos hablar sobre ellas para entender de inmediato lo que estos aparatos significan para sus vidas.

En el caso de Darío su amor por ellas empezó desde muy temprana edad. Cuando tenía 7 años, su papá quien también es apasionado de las motocicletas, le regalo su primera moto.

-Esa la estoy restaurando para dejarla original tal cual me la regalo mi padre, para cuando nazca mi hijo poder darle su primera moto.
Su esposa Sandra se ríe al escucharlo decir esto, y él la mira compartiendo una mirada cómplice.

Darío y Sandra, no solo comparten el amor que los dos sienten por el otro desde hace ya casi 5 años, sino que los dos concuerdan en que hasta que nazca su hijo, su única bebé será la Harley Davidson Dyna Street de Darío.

Sandra acompaña a Darío a todos los eventos y los dos son igual de devotos a estos vehículos.

-Cuando nos casamos yo llegué en la Harley –me cuenta graciosamente y con una sonrisa en el rostro- nos fuimos en caravana a la iglesia, todos en Harley y las dejamos parqueadas afuera. Luego después de la ceremonia, Sandra y yo nos fuimos a la fiesta en la moto. Es que como te dije, esto ya hace parte de nuestras vidas.

Continúo conversando con Darío mientras nos tomamos una cerveza. Me llama la atención su camiseta con el logo de Harley Davidson, gafas oscuras para protegerse de los últimos rayos del sol que empezó a esconderse y una pañoleta negra igualmente marcada, las mismas palabras se repiten en la hebilla de su cinturón y así mismo en los accesorios que usa su esposa.

Cada vez más me doy cuenta de lo errada que estaba en el concepto que tenía de los Harleystas, en lo único que acerté era en ese atuendo que llega a ser místico y que hace que te den ganas de ser uno de ellos. Siempre pensé que eran pandilleros, vagos y patanes; eso es lo que nos vende la televisión y las películas. Darío por el contrario es un profesional trabajador y amable, felizmente casado, con una maestría en negocios internacionales y profesor de una universidad de prestigio, amigable y familiar, que de vago y pandillero no tiene nada.

-Ese es el concepto que todo el mundo tiene de los Harleystas. –Me dice mientras toma un sorbo de cerveza y continua con la sonrisa que ha tenido durante casi toda la conversación- la única diferencia entre un niño y un adulto son el precio de los juguetes. Estos son nuestros jugueticos, y nos toca trabajar duro pa mantenerlos. Aquí todos somos profesionales: médicos, arquitectos, profesores, hay de todo.

Resulta simpático pensar que esa persona que vi en la universidad la primera vez que lo conocí, con libros en la mano, dictando clase con su vestimenta seria que solo contradecía un poco cuando hablaba con ese desparpajo y soltura que lo caracteriza; fuera la misma persona que ahora, con cerveza en mano, pañoleta en la cabeza, y fumando un tabaco me hablara con tanta pasión sobre las motos. Es que no es el plan en el que te imaginas a un profesor de universidad. Darío se quita las gafas y me dice:

-Yo creo que cuando me muera voy a querer que me entierren con mi Harley.

Sandra lo interrumpe para regañarlo por hablar sobre esas cosas y el vuelve a sonreír tomando otro sorbo de cerveza mientras que me pica el ojo a manera de compinchería.

En ese momento uno de los miembros da la señal para avisar que es el momento de empezar a rodar. Cada uno de los presentes, se monta en su vehículo y empiezan a calentar los motores. El sonido es abrumador, pero funciona como un detonante interno de adrenalina que recorre todo el cuerpo con el retumbar de las motos. Las acompañantes de los motociclistas también se alistan para el recorrido, se ponen sus chaquetas y sus cascos y esperan que las motocicletas estén listas para salir al ruedo.

Darío se coloca unos guantes de cuero para evitar maltratarse las manos con el manubrio de la moto, se ajusta la pañoleta y mientras calienta el motor se termina de fumar su tabaco.

-ahora viene la mejor parte –me dice con una sonrisa pícara- no hay nada como sentir la brisa pegándote de frente cuando vas en la moto, ya vas a ver.
Me comenta que normalmente van hasta la ciudad, pasan por la vía cuarenta, llegan a un bar a tomarse una cerveza, luego dan un par de vueltas por las principales calles y terminan el corrido. Pero en esta ocasión darán también una vuelta por Puerto Colombia y allí decidirán si les da tiempo de ir a Cartagena y regresarse antes de media noche.

Me ofrece montarme con él y hacer el recorrido con el grupo. Pero le confieso que me da un poco de miedo la velocidad y que nunca me he montado en una moto. Él insiste y junto con Sandra me convencen en hacer el recorrido y me aseguran que no van tan rápido como yo me imagino, pero les aclaro que no puedo ir a Puerto Colombia y menos a Cartagena, así que les digo que una vez lleguemos a la ciudad me dejarán en mi casa. Ellos aceptan el trato, sonrientes.

Sandra se monta en otra moto con uno de los Caribbean Bikers que iba solo, y yo me monto con Darío. Una vez más le manifiesto mi temor y él tranquiliza:

-Relajada que yo manejo moto desde antes que tú nacieras –se ríe y continua- esta es mi vida, yo corro para vivir y vivo para correr, te lo aseguro.

jueves, 13 de mayo de 2010

El problema es la solución.

Dos semanas después de aquel altercado, recibió en casa la visita del palabrero. La prioridad en aquel momento era solucionar el conflicto en el que se había visto involucrado. Aquella noche en medio de tragos y junto algunos amigos, agredió a uno de sus acompañantes, dejándolo gravemente herido. Nadie recuerda con exactitud porque terminaron las cosas en ese punto, puesto que todos los presentes se encontraban en alto grado de alicoramiento.

Su nombre Carlos, alto, acuerpado y moreno de unos 30 años, e indígena wayuu. En ésta comunidad, por tradición quien resuelve los problemas familiares e intrafamiliares es el palabrero, al que algunos comparan con un abogado para los alijuna (no wayuu), el palabrero no es más que aquella persona que interviene por una de las partes implicadas y que busca que ambos lados superen el inconveniente presentado. En su condición de conocedor de la ley wayuu.

Lo único que se ha tejido de aquella noche se debe a los escuetos testimonios de los presentes, quienes recrean el hecho en la plaza de Uribia. Ya había pasado la media noche. Estaban en una cantina solitaria, al igual que la plaza en ese momento, la música provenía de un equipo de sonido agotado. Del grupo dos estaban a punto de dejar caer su cabeza sobre el pecho. Eran siete, Carlos se levantó de su silla, se dirigió hacia al frente, arrastrando sus pies sobre el piso de cemento. Fue en busca de la botella de old parr, Marcos era quien sostenía la botella, lo hacía como podía, pero lo que tenía bien claro, era que no quería entregarla.

La familia de Marcos (parte afectada) busca un palabrero, en el que confía plenamente, cómo para dejar en sus manos un problema con éste. Lo mandan a buscar y éste llega a la casa de la familia, quien afronta la situación es el tío materno, por ser de la parte húmeda, (lado materno), así que es quien responde o da la cara en medio de un problema. La situación fue comentada al palabrero, quien exigió un testigo locuaz de la situación, para fortuna, sí había uno, el cantinero, pero sólo presenció desde el momento en que Carlos pedía la botella.

“Ellos forcejearon, el muchacho no soltaba la botella y el otro se molesto rapidito”.
Carlos se fue encima de Marcos, ambos cayeron al piso. La botella se partió, pedazos de vidrio se incrustaron en la mano de Marcos, quien aún con fuerza sostenía en su mano lo que quedaba de la botella, a lo mejor ni siquiera era consciente de que estaba partida. Su fuerza sólo estaba en su mano, era mucho más delgado y bajo que Carlos así que tenía las de perder.

Un pedazo mediano de vidrio estaba en punta sobre el piso y justo hasta ese espacio Carlos llevó la cabeza de Marcos. El día después del problema Carlos se encontraba asustado, no quería que su familia se enterara, pero como todo pueblo pequeño, las historias se pasean por las calles, sin encontrar peaje alguno.
A las dos semanas llegó el palabrero a casa de Carlos. – Buenas, yo vengo de parte de la familia de Marcos y vengo a traer la palabra, ¿está el tío de Carlos? –
- Sí, ya se lo llamo, contesto Yilisam, prima de Carlos-.

Se reunieron en el patio, el palabrero le contó al tío de Carlos, la situación vivida por la familia de Marcos y lo que ellos estaban pidiendo para arreglar el problema. Acá el problema es la solución al mismo, en la medida que la situación determina el pago y la manera como se aborde por el palabrero. En total 15 chivos, un collar y dos millones de pesos. Los chivos son los animales del territorio, comida. Los collares representan una joya que cobra mucha relevancia en estas personas y debe ser hecho por la misma familia y el dinero cubre los gastos que la familia invirtió en el herido.

El momento en que cada familia se reúne para acordar el pago de lo exigido y mientras se trabaja para conseguirlo, es equivalente al dolor que puede sentir un alijuna (no wayuu), si cae preso. Para los wayuú no es cuestión de darle un valor económico a cada incidente, acá lo que vale es el hecho de desprenderse de algo que tiene valor para cada familia. En caso tal que la familia del agresor no éste de acuerdo con el monto, el palabrero interviene y plantea situaciones, aludiendo a su carácter de responsabilidad, justicia e interés por llegar a un acuerdo entre las partes, persuade, convence, raciona y busca insistentemente llegar a un consenso.

Después de llegar al acuerdo del monto, se fija la fecha, la cual varía dependiendo de la cantidad, puede ir de semanas, meses o años. Acá lo que vale es el valor de la palabra, en el sentido que ésta adquiere un valor de compromiso, y si existe uno de realizar un pago en determinado momento, la familia está en la obligación de cancelarlo, de lo contrario perderá la autoridad moral en la comunidad para reclamar si llega a verse afectada en otra ocasión.

Todo el proceso de significados, el ir, llevar la palabra, el acuerdo y el pago, cobran fuerza en el sentido que a través de la figura del palabrero, se toman de la mano para dejar de lado un problema, aquellos que pueden ir desde muertos, violaciones, robos y agresiones. El diálogo o la palabra en todo su esplendor a través del palabrero, hombre que trabaja la palabra toma la forma de fuerza conciliadora, para que así la idea de paz y tranquilidad ronde en los wayuu.


Sara Hernández C.

miércoles, 12 de mayo de 2010

UNA HISTORIA DIFERENTE

“Cuando veo a los niños que piden plata me dan ganas de darles una casa y alimento” Eso dice Andrea mientras mira a unos niños jugar en la esquina, ella es una mujer con una belleza grandísima, incomparable. Cuando camina por las calles todo mundo la observa, muchos buses le paran y los conductores se la quedan viendo, y cuando las personas la conocen se quedan asombrados con su forma de ser, ya que es una persona muy colaboradora, ama a lo animales y siempre esta sonriendo. Andrea siempre viste de jeans y camisas, con el pelo largo y sin maquillarse, debe ser por que ella no necesita eso. Todos los días sale a entregar su calidez, ella trabaja en una fundación para niños discapacitados.

Andrea cuenta que sólo piensa en todas esas personas a quienes ella ayuda y que se ha propuesto dejar de ser parte de aquel grupo que se preocupan por sí mismos para unirse a ese pequeño grupo del que esta completamente apegada, el que se preocupa por los demás. Ella dice que antes era una de las que se preocupaba por si misma, no le importaban las personas que la rodeaban. Se preguntaran ¿pero que fue lo que la hizo cambiar?

“El cambio fue muy doloroso” es lo que responde a esa pregunta. “Hace alrededor de 10 años cuando era una de las personas mas bonitas de soledad, vivía con mi novio pretendíamos casarnos pero un día íbamos en la moto cuando nos estrellamos él se accidentó y yo perdí una pierna, y como puedes ver, se me desfiguró la cara” Una sonrisa se posa sobre sus labios y continua diciendo: “Desde ese momento en que quede discapacitada me he dado cuenta como se vuelve la vida para todas aquellas personas que por accidentes o por nacimiento pierden una extremidad, y desde entonces me he dedicado a ayudar a niños con estas discapacidades”.

Así, por estos infortunios la gente detiene su andar, la observa y a hasta la ayudan como ayudarían a una de las mujeres mas bellas de barranquilla, solo con la triste diferencia de que Andrea ha dejado de ser esa mujer tan físicamente hermosa. Aún así cuando logras conocerla como lo logré hacer mientras pude hablar con ella puedes caer en la cuenta de que las personas no todas son bellas por lucir de esa manera en su exterior, muchas veces la belleza toma otra forma, así como la belleza de Andrea que irradia desde su interior y por la que hoy en día ya tiene un hogar, con un esposo trabajador y dos niños uno de 4 años y otro de 2, un hogar feliz como ningún otro. Gabriel Jaime Quintero